Su nombre proviene del nahuat, Xonot, jonote y Tla de abundancia, literalmente significa “Lugar donde abunda el jonote”. El jonote Heliocarpus Appendiculatus Turcz es un árbol frecuente en la vegetación secundaria de los trópicos mexicanos. Se utiliza de diversas maneras (CONABIO 2019).
Entre las expresiones de cada artista se encuentra una Virgen María, emblema del pueblo por su aparición a un niño en el “Cerro del peñón” el 22 de octubre de 1922.
Un imponente jaguar que representa a Tepeyolotl el corazón de la montaña, así como a Ixocelotl. Con un maíz en las manos simboliza la fuerza creadora de la naturaleza, el poder de la creación de la vida misma.
El retrato de un par de abuelos que conceptualiza el amor eterno, el amor a la vida, el amor al quehacer cotidiano.
Un campesino que despelleja la corteza de un árbol de jonote que se trasforma en hojas de papel. Una entidad mística que evoca los elementos de la madre naturaleza. María Antonia que emerge del elemento agua bajo la interpretación de una resurrección y en sus manos extendidas se fusiona con la libertad representada con la fracción de un caballo.
En el segundo bloque podemos encontrar la flora y la fauna del lugar.
Así mismo nos deleita la mirada con escenas de la vida cotidiana entre los que se plasman oficios y productos propios de la región.
La jornada muralista se llevó a acabo gracias al taller creativo Tiltik, galería de arte que se encuentra en Cuetzalan del Progreso en conjunto con el H. Ayuntamiento de Jonotla Puebla quienes de manera positiva se coordinaron para trasformar el “Callejón del beso”.
De esta manera un simple muro se convierte en un contenedor de ideas y conceptos que representan elementos simbólicos de la cultura de un pueblo. Este tipo de intervenciones artísticas transforman la visión a los pobladores de Jonotla sobre su propio entorno y vuelve más compleja la memoria colectiva de los habitantes haciendo que los procesos de apropiación del espacio público sea más significativo.